Pedro Chico: de Radio Mazarrón:
¡Buenos días a todos nuestros oyentes! Hoy tenemos con nosotros a una figura destacada en el arte de las cabañuelas, nada menos que Pepe Buitrago, conocido como el Cabañuelo de Mula. Pepe, es un placer tenerte en Radio Mazarrón. Cuéntanos, ¿cómo empezaste en este mundo tan fascinante de las cabañuelas?
Pepe Buitrago: Buenos días, y gracias por esta invitación. Como ya he comentado en muchas ocasiones empecé observando lo que hacían los mayores de mi pueblo. Ellos siempre estaban atentos a los signos de la naturaleza, y aprendí a mirar el cielo, a escuchar el viento, su cambio de dirección a entender cómo los animales, incluso las plantas, nos hablan del tiempo que viene. Poco a poco, con paciencia y mucha dedicación, uno aprende a ver estos patrones. Yo llamaría estas maravillas.
Pedro Chico: ¡Qué bonito! Es una conexión profunda con la tierra. Dinos, Pepe, ¿cómo predices el tiempo usando las cabañuelas y cuál es tu secreto para lograr esa precisión que tanto se te reconoce?
Pepe Buitrago: Pues mira, las cabañuelas son como un calendario natural. Cada día de agosto, por ejemplo, representa un mes del próximo año, y si sabes interpretar bien lo que ves, puedes anticipar lluvias, sequías, o incluso episodios de frío extremo. Pero el secreto está en la constancia: hay que observar cada día del año, porque hasta el vuelo de un pájaro o el cambio en las nubes pueden darte pistas miles de páginas más de lectura.
Pedro Chico: ¡Increíble, Pepe! Y cuéntanos, ¿cómo ves el tiempo para los próximos meses aquí en el sureste de España? ¿Debemos estar preparados para algo en especial?
Pepe Buitrago: Según mis observaciones, parece que vamos a tener un invierno fuerte, con algunas lluvias intensas y heladas en la zona estoy convencido que habrá agua para TODOS. Esto es importante para quienes viven del campo, porque podrían ser meses algo difíciles. Los agricultores deben estar atentos, preparar sus cultivos y proteger las cosechas.
Pedro Chico: Muy valiosa información, Pepe. Gracias por compartir tu conocimiento con nosotros, y seguro que nuestros oyentes estarán más atentos a la naturaleza después de escucharte. ¡Un abrazo, maestro de las cabañuelas!