CAPÍTULO 21º EXTRAÍDO BUCEANDO EN ALGUNAS ENTREVISTAS.
EL CABAÑUELISTA DE MULA." AVISO EXTRAORDINARIO POR LLEGAR,.- parte ha visitado algunos puntos de la peninsula, pero eso no es todo.
Después de 66 años leyendo el lenguaje de la naturaleza, con mis aciertos y fallos, he decidido dejar que corra el viento... y seguir aprendiendo, tengo mucho que aprender.
LAS CABAÑUELAS: ¿CIENCIA O SABER POPULAR?
Por Pepe Buitrago Gutiérrez, el Cabañuelo de Mula (Murcia)
Miembro de la quinta generación de cabañuelistas reconocidos desde que hay memoria y papel para apuntarlo como el mejor de todos los tiempos en España.
Introducción
Desde los tiempos en que el hombre dejó de guarecerse en cuevas y comenzó a mirar al cielo con algo más que miedo, surgieron los primeros meteorólogos, que por aquel entonces se llamaban pastores, agricultores o simplemente cabañuelos. No tenían satélites, pero sabían que si las hormigas suben al monte en agosto, no es para ver el paisaje.
Hoy en día, a pesar del radar Doppler y de los superordenadores, seguimos sin saber si lloverá a las cinco o a las seis. Sin embargo, algunos aún se atreven a mirar por encima del hombro a quienes, como yo, llevamos más de medio siglo 66 años interpretando lo que la naturaleza dice cuando parece que calla.
Algún informador del tiempo del tiempo que está cobrando no voy a discutirlo, y sí voy a respetar a quienes no quieran entender los ciclos, la influencia planetaria y las miles de señales que están escritas en mi cuaderno y ahí fuera para quien sepa las pueda interpretar.
Ciencia es experiencia… ¿o era al revés?
Si con la experiencia se crea la ciencia, entonces vamos bien servidos. Porque no hay duda:
- La lluvia es líquida.
- El granizo es sólido.
- Las nubes son gaseosas.
- El viento es aire en movimiento (¡y cuando viene de suegra, huracanado!).
- La loma hace un monte, el monte una montaña, y la montaña una cordillera. Estamos hablando de geografía, y eso sin mirar Google Maps.
¿Y qué hay de la energía? Se transforma. Como se transforma el humor del cielo cuando le falta el respeto uno que, sin haber plantado ni un romero, se pone a dar predicciones como si le hablara la atmósfera por WhatsApp.
Refranes y frases:
- “Figuras en el cielo, desastres en el suelo.”
- “La experiencia es la madre de la ciencia.”
- “Buitrago: ni más, ni menos, diferente.”
- “Nunca es mal año por agua.”
- “Está escrito en el cielo todo lo que pasará en el suelo.”
- “Oro es, lo que oro vale: el agua.”
Carácter y energía
Pepe Buitrago Gutiérrez es admirado por su carácter generoso y por una virtud extrasensorial que le permitió apoyar emocionalmente a quienes lo necesitaban, brindándoles energía positiva. Ejerció en muchas ocasiones como sanador, con resultados muy positivos, y aún hoy continúa haciendo favores siempre después de los médicos.
El arte de ser zahorí
Desarrolló también la habilidad de localizar agua subterránea utilizando varas o péndulos, convirtiéndose en una figura respetada en su comunidad por su conocimiento y sensibilidad hacia los recursos naturales.
Su pasión por el aire libre lo llevaba a observar el cielo y registrar patrones meteorológicos, conectando siempre su intuición con el saber empírico. Además, fue un lector voraz, con una amplia colección de libros sobre meteorología y tecnología.
Concretando lo vivido y lo que viene
Continuando con Pepe Buitrago, quisiera recordar a toda mi respetuosa gente cuando anuncié, allá por el año 2020, que vendría un reajuste climático importante que duraría más de un lustro. El motivo deberían explicarlo los que sí saben de ciencia, astronomía y ciclos de Milankovitch, ciclos de Cien y los hijos de estos. Se están combinando factores que tienen sus efectos. No hacen falta más explicaciones si recordáis:
EL CABAÑUELISTA DE MULA." AVISO EXTRAORDINARIO POR LLEGARÁ
- Las DANAs encadenadas.
- Las siete nevadas en Murcia, algunas llegando a nivel del mar.
- Filomena, anunciada como una gran nevada que daría mucho que hablar.
- Las olas de calor extremas.
- La primavera más lluviosa de los últimos 65 años.
- Los pantanos llenos con niveles por encima del 85%.
- El Coto de Doñana, donde hasta los caballos se mojaron las barrigas.
- Lo último tormentas, mucho aparato electri. y granizo de grandes dimensiones.
- Y un larguísimo etcétera.
Aún quedan por llegar algunos fenómenos adversos de consideración. Como ya dije entonces: habrá que estar atentos. “La repetición es la madre de la enseñanza.”
J.B. (es decir, yo mismo) lleva unos días escuchando el entorno y aprendiendo de muchos seres vivos: la tierra, el mar, el cielo y varios elementos que, cuando se suman, se ajustan cada vez más al clima.
Todo esto a través de mis previsiones a medio y largo plazo, las cabañuelas de: J.B., El Cabañuelo de Mula.
P.D. Aquí os dejo un ejemplo de cómo se hacen en la comarca murciana, zona de Mula, desde hace más de 500 años.
Legado
El impacto de Pepe Buitrago Gutiérrez en la meteorología popular, la radioafición y como zahorí es inmenso. Su dedicación a la investigación, la enseñanza y la ayuda emocional lo convierten en un referente. Su legado perdura como fuente de inspiración y sabiduría para futuras generaciones.
En definitiva, Pepe Buitrago Gutiérrez, “El Cabañuelo de Mula”, está dejando una huella imborrable como emblema de tradición, conocimiento y apoyo a la comunidad.
Pesimos por favor: responsabilidad y rigor a los medios, GRUPO DE CABAÑUELISTAS. 09/06/2025
CARTA ABIERTA DE PEPE BUITRAGO, “EL CABAÑUELO DE MULA”
3ª- (A LA TERCERA VA LA VENCIDA)
A científicos, meteorólogos, medios de comunicación y al público en general
Muy señores míos,
Me dirijo a todos ustedes con el propósito de ser entendido. No lo hago desde la soberbia, sino desde la experiencia de más de medio siglo dedicado a una tradición ancestral: las Cabañuelas, un método popular de predicción climática basado en la observación directa de la naturaleza, transmitido por generaciones con muchísimos años de antigüedad.
Desde que comencé este camino a muy temprana edad guiado por 4 generaciones, mi padre y abuelo he entregado mi vida a leer el cielo, los vientos, las nubes, los animales y los ciclos que gobiernan el tiempo. Llevo 66 años practicando y perfeccionando este saber. Lo he compartido en televisión, radio, prensa escrita y redes sociales. Mi página web ha recibido más de 100 millones de visitas, prueba de que esta tradición sigue viva y despierta interés, incluso entre jóvenes que han vuelto a practicarla.
Las Cabañuelas no son un juego ni una moda pasajera. Requieren años de estudio, de paciencia, de errores y de aciertos. No se aprenden en dos tardes, ni en tres veranos. No se trata de lanzar una predicción la víspera de una tormenta para ganar likes o titulares. Se trata de comprender la complejidad del clima a través de los signos de la naturaleza y con respeto a un legado que no nos pertenece, sino que nos ha sido confiado.
En los últimos años, sin embargo, algunos personajes sin trayectoria ni formación han empezado a copiar y pegar contenidos sin citar fuentes ni comprender lo que hacen. El caso más descarado es el de un joven que hasta 2021 no hablaba de Cabañuelas y que, de repente, fue elevado por algunos medios al rango de “experto”. No solo se apropió de mis predicciones como ocurrió con la borrasca Filomena, anunciada por mí en agosto de 2020, sino que rehúsa dialogar o contrastar sus afirmaciones. Algunos medios lo han difundido sin el menor sentido crítico. A ellos les digo: la información también requiere rigor.
Lo que ofrezco no es infalible, pero es fruto de una metodología coherente basada en la observación sistemática desde hace más de seis décadas. Mis predicciones para 2025/2026, como ya he dicho en diferentes medios, apuntan a dos olas de calor importantes en julio, días de calor extremo hacia el 9, 10 y 11 de agosto, y una transición marcada a lluvias abundantes a partir de septiembre, con posibles DANAs, granizo, tornados e incluso huracanes. Los signos de san juan y san Agustín anunciados hace unos años que representan el mes de septiembre el acoplamiento cíclico milenario y siglos con otros apuntaron a esa dirección: nubosidad, viento y cambios súbitos. Y el tiempo ya está hablando.
Las Cabañuelas, como tradición, siguen siendo una parte esencial de nuestra identidad cultural. Han sido útiles durante milenios para entender los ciclos agrícolas. Hoy, aunque el cambio climático las desafía, también las hace más necesarias: nos recuerdan que la naturaleza avisa si sabemos escucharla y leer bien su lenguaje.
Estoy a punto de cerrar un ciclo vital extraordinario. Siento que he cumplido con mi deber: rescatar esta tradición, darle visibilidad, y transmitirla en buenas manos: las de mi nieto David Rodenas Buitrago, el cabañuelo más joven de España, que con apenas 10 años ya empieza a leer el cielo con respeto y entusiasmo.
Agradezco profundamente a los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales que han difundido mi trabajo de forma altruista, permitiendo que esta voz antigua siga sonando. También agradezco a quienes me han criticado con respeto, porque de todo se aprende. Pero no puedo callar ante quienes banalizan un conocimiento ancestral sin el menor pudor.
Por eso, pido responsabilidad y rigor a los medios, y a los ciudadanos que valoren las voces con experiencia. No se trata de darme coba. Se trata de respetar la verdad, la trayectoria y el legado de quienes, como yo, muchos otros cabañuelistas de verdad, han dedicado su vida al tiempo y a la tierra.
Con gratitud y firmeza,
Pepe Buitrago Gutiérrez
El Cabañuelo de Mula
Murcia, junio de 2025