J.B. PEPE BUITRAGO: Capítulo 5º: Introducción a Mis Cabañuelas y Mi Metodología
Pepe Buitrago Gutiérrez, conocido como "el cabañuelo de Mula", comparte en este capítulo una ampliación de las bases de su metodología para observar la naturaleza y predecir el tiempo a medio y largo plazo a través de las cabañuelas.
Siempre miro al cielo porque, como me gusta decir: “Está escrito en el cielo todo lo que pasará en el suelo”. Este capítulo se adentra en el papel fundamental que desempeñan las nubes, el viento, la humedad y otros fenómenos celestes en mis observaciones. Además, exploramos el impacto que tienen los ciclos naturales en la interpretación de los eventos climáticos.
Un Repaso a los Elementos Clave de Mi Metodología
En este capítulo, aunque breve, retomo y destaco los pilares fundamentales de mi observación:
- El cielo: Las formas de las nubes, el color del horizonte al amanecer y al atardecer, las estrellas y sus destellos. Todo tiene algo que contar si sabemos observar.
- La tierra: Los ciclos de humedad y sequía, las señales que dejan las plantas, el comportamiento de los suelos y cómo responden al clima.
- Los seres vivos: Desde el canto de los pájaros hasta las migraciones de las aves, cada pequeño detalle en el comportamiento animal es un indicador del clima que está por venir.
- El tiempo y los ciclos: La experiencia acumulada y el seguimiento constante de los patrones climáticos a lo largo de los años me han permitido identificar ciclos que se repiten con una precisión sorprendente.
Aunque podría llenar una enciclopedia con anécdotas y ejemplos de mi metodología, mi intención es ir dejando un legado escrito, que incluya las señas y los ciclos climáticos que he identificado. Por ejemplo, en agosto de 2020 y agosto de 2021, anuncié por escrito la gran nevada que luego se llamó Filomena. Esta era la tercera de un ciclo que tocaba en aquel momento. Además, he previsto otros muchos fenómenos climáticos de gran consideración: granizadas de tamaño considerable, lluvias torrenciales, fríos intensos y calores extraordinarios, entre otros.
La Naturaleza Como Maestra
La naturaleza me sorprende cada día con su sabiduría. Observarla no es solo una técnica; es una conexión con el universo. Como siempre digo: “Miremos a nuestro alrededor”. Desde las aves migratorias hasta los halos solares, pasando por la influencia de las alineaciones planetarias, las explosiones solares, las ondas radioeléctricas y las percepciones corporales... Todo tiene un mensaje si aprendemos a escucharlo.
Reflexión Final
La experiencia es la madre de la ciencia, y mi propósito es aprender y compartir estos conocimientos para que juntos podamos entender los secretos que la naturaleza guarda en el cielo. Termino este capítulo con una frase que siempre me acompaña:
“El cielo es el espejo del suelo, y quien sabe mirar, sabe interpretar”.
Pepe Buitrago,
“J.B., el cabañuelo de Mula”
¡¡¡F E L I C E S, F I E S T A S!!!