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Propietarios de fincas y casas de Cagitán y El Ardal en Mula denuncian inseguridad ante una oleada de robos extrema en sus propiedades.
Han recogido firmas para solicitar a Delegación del Gobierno e instituciones competentes que extremen la vigilancia y control en la zona
 
Temen por su integridad ya que incluso han sufrido amenazas.
14.000 hectáreas de cultivos de secano y decenas de viviendas y almacenes de trabajo diseminadas en los parajes de Cagitán y El Ardal en Mula llevan décadas denunciando robos, inseguridad y abandono. La situación no ha dejado más de acrecentarse y los vecinos denuncian que ya es insostenible con agresiones, amenazas y una media de seis robos a la semana que les ha hecho pasar de la impotencia al miedo.
Afectados por los robos, agricultores, trabajadores y residentes en estos parajes han mantenido una reunión durante la mañana de este martes, en la que han estado presentes organizaciones agrarias, para buscar posibles soluciones a esta grave situación que no sólo está afectando a su modo de vida, sino que empieza a poner en peligro su integridad física, según han denunciado.
De los robos que vienen sucediéndose durante los últimos tiempos explicaban no se denuncian el 80 por ciento de ellos. “No podemos perder toda una mañana poniendo la denuncia en el cuartel, esperar que vengan a ver lo que ha pasado y después comprobar que no pasa nada”, explican.
Robos de cosechas, robos de maquinaria y aperos de trabajo, robos de gasoil, grupos electrógenos, motores, y hasta tractores se han llevado los ladrones, todo ello sin hablar de lo poco que hay en una casa de huerta. “Destrozan todo lo que se pone por delante de ellos, les da igual que haya hombres, mujeres, mayores o niños cerca y, son expertos, saben lo que hacen porque no es fácil desmontar un motor en mitad de la noche”, explicaban.
Cuentan que han sufrido amenazas, “mejor que a partir de las seis ya os hayáis ido”, han sufrido agresiones dejando a personas mayores tiradas en medio de un bancal o tirando piedras a un niño. Lo peor de todo, muestran indignados, es que no podemos proteger nuestras fincas, nuestro esfuerzo diario y “alguno está preparado para protegerse”, relatan.
La reunión de ayer no fue más que para indignarse aún más y mostrar que realmente tienen miedo, “hemos llegado a pensar incluso que tiene que haber alguien de la zona implicado porque es una extensión muy amplia y con muchas fincas y casas diseminadas”, hablan.
Piden más vigilancia, más seguridad, más facilidad a la hora de interponer denuncias y, ante todo poder acudir a su puesto de trabajo por la mañana sin encontrar ninguna sorpresa, de poder marcharse por las noches con la tranquilidad de que todo va a estar bien. Y para ello han iniciado una recogida de firmas que llevarán a Delegación del Gobierno y a todas las instituciones competentes para que tomen medias de inmediato y extremen la vigilancia “antes de que ocurra una desgracia”.
“Sabemos que Cagitán y El Ardal no son los únicos lugares que se están viendo afectados, que hay otras zonas de la Región que tienen el mismo problema pero no depende de nosotros que se incremente la vigilancia para una mayor seguridad de todos”.
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