Imprimir
Visto: 771

Las cabañuelas predicen malas cosechas y nieve en Murcia el próximo invierno

 Un día de lluvia en la Gran Vía de Murcia, en una fotografía de archivo. /EDU BOTELLA / AGM

Las estimaciones para la Región siguiendo este método erraron durante el año pasado, exceptuando el mes de abril

EFE / LA VERDAD Sábado, 10 agosto 2019,

La nieve hará acto de presencia en la Región de Murcia el próximo invierno y las cosechas serán «muy malas», según las predicciones del cabañuelo de Mula José Buitrago, que a sus 65 años y recién jubilado lleva toda la vida haciendo pronósticos meteorológicos.

Cabe recordar que la estimación mediante este método tradicional -cuya validez no está demostrada científicamente- erró el año pasado en la Región exceptuando las lluvias de abril. En una entrevista, Buitrago explicó que estas predicciones son un aprendizaje de muchos años, además de un 'don', ya que -aseguró- nacer en una zona rural y en una familia como la suya, conocida por sus presagios, son cosas que no se pueden aprender. «Tengo desarrolladas unas cualidades que otros no tienen». Las previsiones de las cabañuelas se repiten cada mes de agosto y se transmiten de generación en generación por medio del estudio del cielo, el comportamiento de los animales y la llamada 'mata de la naturaleza', que comienzan el 1 de agosto y acaban el 28 con San Agustín.

Con el inicio del mes de agosto empiezan las señales para unas nuevas cabañuelas y la recogida de la 'mata de la naturaleza', un cogollo que se recoge del campo y augura cómo serán las próximas cosechas de legumbres, cereales y frutas. Tras la recogida de la 'mata' comienza el periodo de quincenas, que pronostica el clima y cuenta con dos fases; la primera quincena ascendente, del 1 al 3 de agosto, y una segunda quincena de retorno, que va del 13 al 24 del mismo mes. Este proceso termina el día 28 de agosto con el santoral de San Agustín que, según Buitrago, «es la llave que cierra el año hidrológico», dando por terminado el balance de las cabañuelas.

Los animales y su comportamiento son una de las partes esenciales en los pronósticos del cabañuelo Buitrago, que aseguró notar especialmente las lluvias en insectos como las hormigas y las abejas. La forma de las nubes y la luna también afectan a los futuros augurios del muleño, que asegura que «está escrito en el cielo lo que pasará en el suelo», como su abuelo le enseñó.